Sucedió aquel equinoccio de primavera. Rozabella sintió un desasosiego cabalgando por su corazón. Apesadumbrada fue a visitar al viejo sabio.
– ¿Qué deseas Rozabella?
– Preservar mi belleza.
– ¿Por qué?
– Quiero seguir siendo admirada.
– Busca a los gnomos del bosque. En esta época engalanan las flores y frutos para que disfrutemos de su esplendor. Quizás ellos te ayuden.
– ¿Cómo los encontraré?
– Guíate por los acordes de sus liras.
Ella regresó cabizbaja. Entonces el viejo sabio le preguntó:
– ¿Amas a este mundo?
– Claro.
– Cada mañana mírate en el espejo, un día encontrarás la respuesta.
Rozabella así lo hizo. Y llegó ese día. Entonces sus lágrimas brotaron sin impedirle ver.
Blog de Lidia: Reto de marzo
¡Qué bonito! Me encanta cómo has usado la lira en tu micro: «Guíate por los acordes de sus liras…» Es muy poético.
Qué suerte que Rozabella al final entienda y aprecie su belleza, esa que no se marchita con el paso del tiempo.
Muy bonito, Lola. Muchas gracias por participar en el reto. Un abrazo 🙂
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Gracias a ti, Lidia, por tus motivadoras palabras y por este espacio creado para hacer volar nuestra imaginación. Un abrazo de vuelta.
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[…] “Rozabella” por Loquevalelapena […]
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Muy sabio el viejo… bien dicen que más sabe el diablo por viejo que por diablo! Feliz finde!
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😁 Ya lo creo, es lo que da la edad. Buen fin de semana igualmente.
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