Teo creía que su verdadero nombre era Tesoro. Y Tiempo un señor entrometido que traía a todos de cabeza.
– Tesoro, date prisa que no llegamos a tiempo.
– Tesoro, no podemos jugar no tengo tiempo.
El Tiempo no dejaba tiempo ni para las regañinas a sus trastadas, como mucho un: «eso no se hace, Tesoro».
Teo no entendía porque los mayores dedicaban toda su atención al invisible Tiempo.
Su inquietud le llevó a soñar con un anciano que custodiaba un curioso reloj y era conocedor de sus deseos: un mundo sin Tiempo.
Entonces Teo despertó con una misión, descubrir dónde van los sueños.
¡Qué chulo, Lola! 😀 Me encanta lo de que Teo creía que su nombre era Tesoro y luego verlo en el diálogo de boca de su madre/padre… es muy bueno. ¡Maldito señor Tiempo roba tiempo! Muy ingenioso. A mí también me gustaría saber dónde van los sueños.
Muchas gracias otra vez por tu participación.
Un abrazo grande y buenas noches 🙂
Me gustaLe gusta a 2 personas
Gracias, Lidia. Me parecía divertido. Buenas noches y un abrazo grande de vuelta 😉
Me gustaLe gusta a 2 personas
Alguien se pregunta..¿dónde van los sueños? .¿existen en realidad?..ese alguien podría ser yo..o cualquiera en realidad..
Ese alguien sonríe sin respuesta..nadie responde pero presiente que la vida sin sueños es plana..la vida sin magia no tiene ningún sentido…y persiste..¿dónde van los sueños?..la mirada se pierde en el horizonte y quizás sea eso..no buscar..no ansiar..tan solo creer que todo pueda ser sueño.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Qué bonito! Bea. Gracias por esta gran aportación. Un fuerte abrazo.
Me gustaMe gusta
Difícil misión la de Teo porque los sueños son un misterio. Hace siglos el tiempo se media por la luz del sol, por el hambre que hacía rugir el estómago, por necesidades vitales. Ahora el tiempo nos come. Te ha quedado un relato redondo y divertido. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Divertida e ingenua inocencia la de la niñez que se vive tan en el presente y con los cinco sentidos. Teo echa de menos la atención de los mayores así es que luchará por saber dónde van los sueños.
Tengamos cuidado con el tiempo, creo que es una trampa.
Gracias, Carlos por tu aportación. Me alegra que te haya divertido, es lo que pretendía. Un abrazo de vuelta
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es precioso Lola y abre la posibilidad de dibujar una aventura original y extraordinaria. A los sueños. les gusta irse a vivir en un universo de papel. Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Teo tiene trabajo por delante en el misterioso universo de los sueños: encontrar ese mundo sin tiempo. Porque Teo necesita la atención que se merece, y yo me pregunto ¿y nosotros? Personalmente, también. Lo malo es que seguimos dando las cosas por sentado y normalizamos aquello que empieza a ser una costumbre o moda: el no tengo tiempo. Creo que voy a ayudar a Teo a buscar ese mundo que empieza a ser una necesidad.
Me encanta que te haya gustado y tu comentario tan motivador. Un abrazo de vuelta, Carlos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es increíblemente bonito, tierno, original… tiene el espíritu y la mentalidad, la inocencia de los niños. Te felicito, me ha encantado. ¿Adónde van los sueños? Grandísima pregunta. Quizá no «van» a ninguna parte. Quizá van y vienen, aparecen y desaparecen, fluyen como todo. Probablemente sean en sí mismos una dimensión entre la realidad material y los aspectos mentales, emocionales, la imaginación de las personas. Quizá somos los humanaos los que entramos y salimos de ese reino. ¿Has oído hablar alguna vez de algo que en el mundillo esotérico se llama los Registros Akáshicos? Una especie de dimensión inmaterial, un reino que está ahí y donde se conservan todas las experiencias del alma, pensamientos, emociones, etc. Quizá la dimensión de los sueños es algo parecido (¡o hasta una subsección, o al revés, como si fuera unos grandes almacenes!). Fuera bromas, quién sabe. Vayan donde vayan, no se pierden, eso es lo importante. Quizá somos nosotros los que nos perdemos, los que ya no sabemos cómo volver… como «volver» a nuestro verdadero Ser, Despertando (jajaja, siempre llevo el cántaro hacia mi fuente).
Me gustaLe gusta a 1 persona
Bien llevado… el cántaro a tu fuente. Estoy de acuerdo contigo en que somos nosotros los que nos perdemos. Perdemos la calma, el ser y existir y con ello vivir conscientemente y percibir la armonía de cada instante en el que todo nos concierne.
Me alegro mucho de que te haya gustado el microrrelato, quería recoger esa inocencia de los niños, y parece que lo he conseguido, además de darle una chispa de gracia con un fondo de realidad: la atención, en este caso demandada por Teo, y la coletilla tan usada del no tengo tiempo. Si realmente no tenemos tiempo para prestar atención a lo importante ¿qué vida llevamos?
Un abrazo
Me gustaMe gusta
«Medita» sobre esta frase, porque tiene a mi entender mucha, mucha miga. Tanta, que se me quedó grabada… «El tiempo es aquello que miden los relojes». ¿Qué es? ¿Qué es, aparte de eso? ¿Una dimensión más del universo, de la realidad? Eso dirían la ciencia, la física, la filosofía… Pero es otra tremenda pregunta.
Menos mal que tú la has contestado en parte: es un señor con barbas…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ja, ja… me encanta, lo de ese señor con barbas.
Yo me quedo con lo que dijo Plutarco, me parece más idílico: «Pitágoras, cuando era preguntado sobre que era el tiempo, respondía que era el alma de este mundo».
Felices sueños.
Me gustaMe gusta
Que dulce! has relatado muy bien ese mundo infantil tan especial. Feliz domingo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias. Muy motivador tu comentario. Feliz domingo, igualmente.
Me gustaMe gusta