Es la mente la que crea el mundo que nos rodea y aún cuando nos encontramos juntos, parados en la misma pradera, mis ojos nunca verán lo que los tuyos contemplan y mi corazón nunca se agitará con las emociones que conmueven el tuyo. George Gissing
Ahora soy consciente de que tantas veces imagino situaciones deseadas, principalmente en relación con los demás, que acabo herida en algún detalle.
Gran parte de nuestra vida vivimos desde lo que pensamos. Pensamientos que nos seducen, que nos atrapan, que anticipan cómo van a reaccionar los demás con nosotros, lo que esperamos, lo que percibimos como apropiado, y que, la mayoría de las veces, no es lo esperado. Pensamientos tan convincentes que convertimos en realidades, nuestra realidad.
Burbujeamos en historias, en base a sentimientos, en las que entramos en un estado de ensoñación que fortalece nuestros deseos, pero también nuestros temores, y que son el guion de nuestra narrativa interna. Somos TAN nuestros pensamientos que los confundimos con la realidad.
Por supuesto, no podemos no tener pensamientos, de hecho, según he leído, producimos un raudal de pensamientos, unos sesenta mil al día, que nos hablan de todo, del pasado, del futuro y bastante menos del presente.
Quizás vale la pena apearse de la cabeza para coger distancia y ser conscientes de que los pensamientos son solo pensamientos.
¿Y la realidad?
Una acertada reflexión para desembocar en una cuestión siempre pendiente.
¿Y la realidad? La realidad se parece mucho a una interpretación propia e individual de lo que acontece.
O sea, que lo que uno siente, difiere mucho de lo que sienten los demás.
Por tanto la decepción, a menudo es consecuencia de nuestros propios anhelos.
Un abrazo.
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Gracias, Carlos. Nada que añadir a tan grande reflexión que nos aportas.
Un abrazo de vuelta
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Nuestros pensamientos pueden modificar la realidad a nuestro antojo. Unas veces para bien… otras para mal. Es inevitable.
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Así es, Rosa, es importante reconocer que son pensamientos y que nuestra realidad es subjetiva.
Gracias por tu aportación. Un abrazo
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