«Estamos muy acostumbrados a huir de la incomodidad y somos muy predecibles. Si algo nos disgusta, golpeamos a alguien o nos castigamos a nosostros mismos. Queremos sentir seguridad y algún tipo de certeza, cuando en realidad no tenemos lugar donde apoyar los pies». Pema Chodron
Hemos llegado hasta aquí a tientas. Atrapados en lo inesperado. En una primavera imperceptible de aromas pero despierta de lucidez. Reflexiva. Conscientes de tantos sinsentidos.
Enamorados de las viejas costumbres nuestras certezas se disfrazan hoy de borroso. Se esfuman. Sin saber dónde ni por qué ni cuándo perdimos la evidencia.
Vivimos en ese lapso liminal. Entre trapecios. Donde se encadenan el antes y el después en un vaivén abierto de límites imprecisos. Sin tramos definidos. Tangibles. Duraderos.
Pertenecemos al silencio y a la espera. Donde se mezclan lo que es y el deseo. Con el resurgir de una mirada que resiste a la duda.
Con los pies en el aire tomemos impulso para acariciar nuevos sueños: Risas que esparcen su calor. Armonía que se dilata más allá del sonido. Abrazos sin permiso. Besos indiscriminados.
Sembremos espacios de esperanza en los que crezca libre el sosiego.
Lo que vale la pena 
Muy interesante tu visión… es poesía en estado puro.
Hice un curso de mindfulness hará un años y me costó ponerlo en práctica. Las meditaciones en movimiento o el estar presente «aquí y ahora» nos cuesta mucho aplicarlo con nuestro ritmo de vida actual. Nunca he estado más conectada conmigo misma que con este confinamiento. Es la parte positiva que saco de todo esto…
P.D. : el widget queda precioso ❤ Gracias 🙂
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No es fácil la práctica, y aunque llevo años, a veces tengo mis desencuentros, es parte también de la misma. Personalmente me ayuda a salir de mi impulsividad y tomar conciencia de la vida.
Precisamente, con el ritmo de vida actual, es el mejor antídoto para no dejarse arrastrar.
No hay mal que por bien no venga ahora estás conectada. Gracias por tu sinceridad, Lidia.
Un fuerte abrazo.
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Hermosa recomendación para un tiempo que cabalga sobre la incertidumbre, aunque, como bien dices, en realidad siempre ha sido así. Un beso.
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Gracias, Carlos.
Sí, siempre ha sido así, lo que pasa que ahora se evidencia.
Un beso de vuelta.
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