La rutina restauraba la sensación de control. Esa era la razón por la que cada mañana, César se acercaba al museo atraído por la lectura de aquel libro.
Según se aproximaba al final, el corazón le latía un poco más rápido. Su intuición empezaba a tomar forma.
Un estallido de rayos fueron los causantes de exterminar la vida en la Tierra, leyó.
Sus pensamientos se empezaron a agolpar ¿Dónde estaba? ¿Quién era? o ¿Qué era?
Entre tanta desolación precisaba encontrar a la escritora, Sophia, y corroborar sus sospechas.
Llegó el día. Intercambiaron una mirada. Ella solo pudo encogerse de hombros.
EL BLOG DE LIDIA: RETO DE NOVIEMBRE

Hola, Lola. Acabo de leer tu micro y me ha hecho pensar en un montón de cosas, una de ellas es el nombre que usas para llamar a la escritora de ese libro apocalíptico que lee César. Me refiero a Sophia. La veo un personaje metafórico, pues hace ya tiempo, aprendí que el significado etimológico de la palabra filosofía era «amor a la sabiduría», aquí vemos que usas parte de esa palabra, la de la sabiduría. Quizás el conocimiento que adquiere César al leer el libro le aporte confusión, de ahí que Sophia se encoja de hombros… Como ves me has hecho darle muchas vueltas, ¡eres mala! O muy buena 😉
Muchas gracias por participar en el reto. Un abrazo grande y feliz domingo 🙂
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Ja, ja, mejor soy a ratos mala y a otros buena, como todos.
Gracias, Lidia por tu halagador comentario.
Efectivamente, el nombre de Sophia tiene su propósito en el micro y he conseguido entretenerte dándole vueltas, por lo que tú si que eres buena.
Un abrazo de vuelta y feliz… lo que queda de domingo.
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A lo peor el libro revela un conocimiento que ya resulta inútil, por eso Sophia en su sabiduría se muestra indiferente. Inquietante este relato. Un beso.
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O a lo peor busca que Sophia le diga lo que él lleva ignorando por miedo. Solo puede encogerse de hombros porque César lo sabe pero no quiere verlo.
Gracias por tu comentario. Un beso de vuelta.
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Esa es una explicación muy creíble ante un impacto como ese, negar la realidad sería normal. Un beso.
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Lo mejor es que cada uno imagine lo que César lleva ocultando hasta que ve a Sophia. Un beso.
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[…] “La tormenta” por Lo que vale la pena. […]
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La historia resulta actual y por eso interesa. Enhorabuena, Lola.
Salud.
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Gracia, Julio por tu reflexión. Un abrazo.
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