Moony caminaba bajo la tenue luz de las farolas, cabizbaja, con una tristeza que empezaba a ser demasiado habitual. Solo le quedaban cuarenta lunas y la duda martilleaba en su cabeza.
Ella era una Cambiaforma. En la noche se transformaba en una criatura única de mirada sobrecogedora, larga cola y melena desaforada que ocultaba bajo su caperuza. Al amanecer vivía como una persona más entre nosotros.
Buscaba en los libros algún indicio que la sirviera para dilucidar su duda ¿Preservar su esencia sobrenatural o ser humana?
Pronto descubriría que la respuesta solo está en su corazón.
¿Has visto a Moony?
Blog de Lidia: Reto de abril
Vaya, Moony; una cambiaforma. Inquietante micro que mezcla la fantasía y el misterio. Muchas gracias por participar en el reto, Lola. Un abrazo y buen fin de semana 🙂
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Un placer, Lidia. Abrazo de vuelta e igualmente buen fin de semana. 🙂
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Very nicely done!
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Thanks Phil. Have a great weekend! Cheers!
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My pleasure! Thanks, you too.
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👍😊
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Me ha gustado mucho Lola. Un abrazo.
Moony no deja que demos pistas sobre su paradero.
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Gracias Carlos. Me parece una buena decisión la de Moony. 🙂
Abrazo de vuelta.
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A shapeshiffter. Muy bueno. Me ha recordado a la gran serie Fringe. Que se quede como está y se olvide de los humanos.
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Ahora entiendo la fotografía de cabecera, la chica sentada… ¡es muy buena!
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Gracias 👍. Un abrazo
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Gracias por el comentario. No conozco la serie Fringe, indagaré sobre ella. Yo también la animo a preservar su esencia. 😉
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[…] “La duda” por Lo que vale la pena […]
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Qué buena idea lo del «cambiaforma»!! …me ha gustado mucho.
Un beso.
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Gracias, Alma. Es muy halagador. Un beso de vuelta.
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Creo que existen muchas Moonys también entre las personas. Muy bueno tu relato explicando la incertidumbre. Bsss
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Gracias, Isabel. Cuántas dudas con sus miedos nos asaltan hasta qué averiguamos quiénes somos y hacia donde queremos dirigir nuestros pasos. Un abrazo
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