Alonso y Martín eran polos opuestos, seguramente por eso se atraían como un imán.
Alonso estudiaba interpretación, quería ser actor, y Martín soñaba con ser arquitecto. Aunque no coincidían, ni en su plato favorito, eran inseparables.
Aquel día, les llegó la noticia de que iban a rodar una película en el barrio. Era su oportunidad.
—No construyas castillos en el aire, que te conozco, le dijo Martín.
—Ja, ja, ja ¿y lo dices tú? futuro arquitecto. Ya sabes que me gusta perderme por el refugio de la imaginación, aerostato donde crecen mis sueños.
Llegó el momento, entonces se escuchó ¡corten!
…Y voló.
El blog de Lídia: reto de febrero

Que aparezca en la historia la palabra aerostato.
Muy bueno, el final llega sorpresivo, me encantó…saludos.
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Gracias, Ana, si te ha sorprendido, perfecto, era la intención.
Saludos de vuelta.
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Alonso, demuestra que soñar puede tener premio, un gran abrazo Lola, u buen micro, con un bello mensaje. Saludos.
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Gracias Miguel, veo que tú has encontrado el mensaje, me encanta.
He dejado el micro abierto para que cada uno escriba su final, ¿cuál es el tuyo? lo deduzco por tu comentario pero me gustaría que lo compartieras.
Saludos de vuelta
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Hola amiga, yo interpreto un pequeño salto en el tiempo, Alonso consigue un papel , consigue su sueño y es el inicio de su vuelo, un sueño alcanzado es vivir dentro de esos castillos imposibles, para la mayoría, únicos para quien los hace realidad.
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Precioso, Miguel, me encanta ese final tan poético y entusiasta.
Gracias, amigo
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Un imaginativo relato con una construcción de excelente calidad. Un besazo.
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¡Qué bien, Carlos!
Me alegra tu comentario, es muy importante para mí.
Un besazo de vuelta
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Querida Lola
La interpretación y la arquitectura coinciden en… el teatro.
Besitos
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Querido Ratonet, gracias por el comentario y sobre todo por el descubrimiento que me haces, lo había pasado por alto la verdad.
He encontrado este texto tan interesante y bello al respecto: «El lugar del teatro puede ser el marco físico, real, donde se materializa el espectáculo teatral. Pero también el texto, el trabajo de la actriz o del actor generan un espacio en la mente del espectador». Antonio Ramón Graells.
Así es que Alonso y Martín no son tan opuestos.
Besitos de vuelta
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Siempre he pensado que lls opuestos se complementan 😉 Me encanta cómo has construido esta historia entorno a un uso no esperado de los elementos que yo propuse. Eso me ha gustado tanto o más que ese final que nos lleva volando con Alonso. Como siempre, muy buen trabajo, Lola. Gracias por tu aporte y hasta muy pronto. Un abrazo grande 💜😘
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Gracias, Lídia por tu halagador comentario que es un premio y sobre todo por tu esfuerzo.
Un abrazo grande de vuelta 💜😘
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Sorprendente. Al final el mundo que construimos y el que soñamos son un mismo mundo-
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Gracias, Julio por tu interesante comentario.
Un abrazo
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