No es más quién más alto llega, sino aquel que influenciado por la belleza que le envuelve, más intensamente siente.
Maurice Herzog
Vivimos tiempos sobresalientes, excesivos, desproporcionados, definidos por señuelos que nos lanza la sociedad de consumo: dinero, trabajo, pareja, viajes, moda…, y que son los indicadores externos que limitan con precisión cómo deben de ser las cosas. Nos lanzan a ir por la vida alcanzando posesiones, reconocimientos que certifiquen nuestra seguridad.
Por supuesto, el éxito nos fascina, nos emociona, incluso nos aturde. Buscamos con afán el reconocimiento. Es estimulante, respetable y claramente legítimo. El problema es cuando ese deseo es el polo de atracción más codiciado. Lo convertimos en nuestro eje de movimiento a cualquier precio, y se nos olvida que tarde o temprano hay que pagar el peaje.
Desear, buscar éxito, no es negativo. Seríamos pasivos, incluso perderíamos lo que nos caracteriza como personas: ser humanos. Lo que no es bueno es el deseo desproporcionado. El éxito sin límites. Crear un ser fantasmagórico que todo lo puede. Que hace realidad cualquier sueño. Y, en este recorrido, damos un puntapié al error, al fracaso, tan inherente al ser vulnerable que somos, y que bien asimilado puede ser un revulsivo a la vanidad.
Entre éxitos y fracasos moldeamos nuestras prioridades para descubrir lo que verdaderamente importa. Intentemos que sea con la conciencia de lo bastante porque entonces habrá merecido la pena.
Coincido plenamente, todo con moderación, porque si nos vamos a los extremos la cosa en vez de ser saludable se vuelve dañina. ¡Saludos!
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Así es Ana, encontrar lo suficiente y tener conciencia de que es bastante.
Saludos de vuelta
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Está en nuestra naturaleza desear más de lo que tenemos pero como individuos tenemos que ponernos que ponernos objetivos y tener deseos, pero como personas debemos alcanzar un equilibrio, una moderación consciente, que nos ayudará a disfrutar más todo aquello que consigamos. Que tengas una feliz noche Lola.
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Encontrar el equilibrio sin dejarnos dominar por los éxitos, deseos, triunfos, no es fácil pero sí necesario, lo mismo que saber aceptar los errores y fracasos para no perder la humildad.
Gracias Manuel.
Igualmente feliz día.
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Por nada Lola. Siempre la orden.
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¿Hasta cuando y hasta cuanto. se puede retorcer la conciencia? Parece que en cuanto a la codicia hace tiempo que se saltaron los límites de la honradez y que en favor de aumentar el beneficio, todo vale.
Lo adviertes muy bien al respecto Lola, ahora mandan el exceso y la desproporción.
El origen del descontento y de la pobreza llega con el olvido de una norma fundamental: El planeta no da tanto de sí para todos los que anhelan riqueza.
Un besazo.
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Gracias, Carlos. Sí, es triste pero así lo veo una desproporción que roza el absurdo más absoluto. Y, entre tantas, el planeta ya se ha manifestado estamos recogiendo los excesos.
Un besazo de vuelta.
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Very nice article, Lola & Happy Valentine’s Day 😊🤗💖
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Thanks, Phil💓😉
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Bien dices, Ana.
Un abrazo.
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Gracias, Isabel, mi nombre es Lola.
Un abrazo de vuelta
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