La soledad como arte

«La soledad es la gran talladora del espíritu». Federico García Lorca

No podíamos imaginar que terminaríamos convirtiéndonos en un cuadro de Edward Hopper, en los que la soledad se hace presencia.

Al igual que sus pinturas, envueltas en un aura inquietante en las que el tiempo parece detenido, nos descubrimos atrapados en un espacio que nos permite mirarnos de fuera hacia dentro y averiguar cómo nos sentimos. La ventana, nuestra conexión con el exterior, permite el paso de la luz, como plasma en su obra El sol de la mañana. Luz que desvela cierta calidez y aligera las rudas esquinas de la soledad.

Queda en el aire si el pintor fue consciente de los problemas de un entorno individualista, que desdibuja vínculos, en una ciudad desarrollada y moderna que nos va dejando solos, encerrados en nuestros pequeños mundos, es lo que el sociólogo Richard Sennet enunciaba como la paradoja del aislamiento en medio de la visibilidad. O tal vez quiso reflejar nuestras semejanzas a pesar de todo. La necesidad de afecto, la capacidad de observación, la construcción de espacios personales, de nuestra mente a nuestra habitación.

Igualmente, en sus personajes solitarios, sumidos en sus propios pensamientos y en una atmósfera donde las emociones parecen silenciadas, Edward Hopper, deja abierto el camino de la interpretación de la que nos hace cómplices. ¿Meditan o sufren? ¿Transmiten soledad, tristeza o la belleza de la espera? El pintor despierta la sensibilidad del espectador más allá de la mirada.

Noctámbulos es la obra que se ha convertido en la representación de la soledad en la metrópolis contemporánea. La escena de la cafetería, sin puerta de salida, confiere una sensación mayor de aislamiento, como si los personajes estuvieran encerrados. La luminosidad de la luz interior contrasta notablemente con la oscuridad silenciosa que reina fuera del establecimiento. El pintor negó cualquier intento de expresar ese encierro, aunque admitió que «probablemente de forma inconsciente, estaba pintando la soledad de una gran ciudad».

Comparto este vídeo Personajes de un cuadro de Carlos del Amor.

Vídeo de RTVE. Autor Carlos del Amor
Fuentes: RTVE noticias, infobae.com, 3minutosdearte.com,religiondigital.org,todocuadros.es

14 comentarios

  1. Edward Hopper refleja en sus pinturas que a veces estamos llenos de soledad y salen a la luz nuestros deseos reprimidos. Por más que las edificaciones son modernas, retrata a sus personajes con una inmensa carga de melancolía.
    Las pinturas que has escogido, son unas de sus mejores obras. Una entrada excelente y gracias por compartirla. La disfruté.
    Manuel

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  2. Es una estupenda selección para acompañar una reflexión más que necesaria. Los personajes de Hoper permanecen sumidos en el silencio, a la espera de un encuentro que venga a resolver una situación de soledad. Creo que tenemos ganado el derecho a romper la incomunicación y a compartir los sentimientos. Quizás, como hacen los alcohólicos, haya que reconocer la propia situación y gritar: Tengo miedo. Un abrazo.

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  3. Tiens toda, todita la razón Lola pero… a pesar de la realidad de los cuadros del sr. Hopper que plasma como nadie esa sensación de la mirada al vacío… nosotros Querida… nosotros estamos vivos y podremos salir de ese trance tarde o temprano y salir literalmente del cuadro…
    Petonets…

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