Virginia necesitaba averiguar lo que ocurría. Su mundo de juegos y travesuras parecía desvanecerse.
Disfrazada, todavía de maga, esperó el silencio de la noche para ir a aquella habitación.
Ante la puerta, su corazón comenzó a palpitar enérgicamente. Intentó serenarse. Entonces empujó el manillar con fuerza.
Una mano en su hombro.
Un grito ensordecedor.
—¡Sh! ¿Qué haces?
—No podía dormir. Tengo que realizar una tarea sobre el nacimiento de la escritura.
—¿Segura?
Hizo una mueca.
—Sabes que todavía no puedes entrar aquí.
Abrió los ojos admirada. No podía creer lo que estaba viendo.
Aquella noche algo cambió radicalmente su vida.
El blog de Lidia: reto de abril

Que aparezca algo relacionado con el nacimiento de la escritura, que se produjo sobre el año 3400 a. C. en la antigua Mesopotamia. Este primer código escrito recibió el nombre de cuneiforme y se hacía sobre tabletas de arcilla húmeda con un palillo de punta en forma de cuña.
Creo que le has dado una estructura perfecta y añadido un toque de misterio que le deja a uno con ganas de mucho más. Un besazo.
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Gracias, Carlos por tu comentario tan motivador.
Un final abierto a la imaginación. Un besazo de vuelta.
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¡Jooo, no se vale! ¡Qué hay tras la puerta? ¿Por qué no puede estar ahí todavía? ¿Quién le pone la mano en el hombro? Me dejas con demasiadas incógnitas y ahora mi cabeza va a toda máquina para crear una realidad para ese micro XD
Lo has maquinado todo muy bien, Lola. Gracias por participar en el reto y a la vez retarnos a los que leemos tu micro 😉
Un abrazo grande ❤
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Un misterio, no cabe duda, como la vida misma.
Espero que sepas resolver tanta incógnita. Estoy segura de que ya has imaginado tu propio relato. Yo tengo el mío, también.
Lo mismo tenemos que hacer una puesta en común para ver la disparidad que surge.
Gracias, Lídia.
Un abrazo grande de vuelta.
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Pues mi versión te va a flipar un poco, pero ahí va: yo creo que la puerta es en realidad un portal espacio-temporal hacia otra dimensión. Ella no va disfrazada de bruja, sino que lleva el atuendo de las aprendices de bruja. Y la mano es la de su guía o maestra que la advierte que todavía no puede hacer viajes en el tiempo y el espacio porque aún debe terminar su formación 😅
Aunque también se me ha ocurrido que puede que la puerta de paso a la muerte, a la otra vida y, claro, ella es joven para morir…
En fin, que me has hecho darle muchas vueltas. Espero ansiosa tu versión para comparar. 🙂💜
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Me ha encantado, Lídia, qué derroche de imaginación. Has escrito tu propio micro, no me dejas de sorprender.
Quizás ahora te decepcione pero lo prometido es deuda.
Virginia sigue disfrazada de maga porque tuvo fiesta en el cole y no quiso quitarse el disfraz porque además piensa que le trae suerte ¿Quién no ha tenido su amuleto?
Sus padres no habían tenido un buen día. Virginia se va haciendo mayor y ella percibe un ambiente enrarecido.
La mano es de su madre, tiene reservado ese espacio para cuando considere que tiene la edad suficiente para responsabilizarse de su legado.
Virginia se encuentra con muebles combados de libros de todos los tamaños, colores, también apilados en el suelo, desde pequeña le apasionaba que le contaran historias y pronto aprendió a leer. Le sirvió para descubrir que sería escritora. Una gran escritora.
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En absoluto me decepciona, lo de pasarle el legado femenino, es como toda su sabiduría ancestral. Y que descubra, gracias a los libros familiares que va a ser escritora es genial 💖 ¡Gracias por todo! 🙏 Un abrazo.
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Gracias a ti, Lidia. He pasado un buen rato con tu relato… Y rima. 😉Además de aprovechar tu espacio para dar rienda suelta a la imaginación. Un besazo💚
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Este relato es un Superrelato.
Me han encantado las dos versiones🥇🥇 Ahora a ver por cuál me decanto.
Está la balanza equilibrada. 🏆🏆
Un abrazo.
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Mejor te invito a que vuele tu imaginación y aportes el tuyo, seguro que nos sorprendes. Gracias por comentar. Un abrazo
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[…] “Tras la puerta” por Lola. […]
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