« No culpes a la vida cotidiana porque te parezca pobre, cúlpate a ti mismo por no ser suficientemente poeta como para darte cuenta de su riqueza».
Wislawa Szymbarska
Con el poso que deja lo vivido, sentido, saboreado, y frescos de descanso, damos paso a nuevos ritmos. Vaciar maletas. Llenar la nevera. Cambiar de vestimenta, quizás aquí no sea tan apropiada. En definitiva, reanudar rutinas y obligaciones.
Septiembre es el camino de vuelta. Empezar a… Retomar el… Dejar de… Volver a… Propósitos universales que son típicos tópicos. Planes. Cursos. Hábitos saludables.
Por supuesto, trazar metas da sentido a la vida pero cuántas veces nos encajamos en espacios y rutinas agobiantes. Incluso sucumbimos a la frustración porque las cosas no son como habíamos planeado.
Vivimos cautivos de tanto hacer. Lo que deberías hacer. Lo que te gustaría hacer. Lo que nunca has hecho pero te apetecería empezar a hacer. Por miedo a perderse experiencias. Por miedo a perder relaciones. Por ser más. Por tener más. Engullimos sin saborear ni digerir actividades y compañías. Atraídos por luces de neón que proclaman la felicidad y que se recargan sobre la base de nuestra insatisfacción.
Personalmente, necesito aplacar la sensación de tanto hacer. Tiempo para tomar perspectiva entre pausas de pereza. Divagar. Captar lo valioso. Lo que me apasiona. Me interesa. Me alegra. Necesito.
Escuchar el silencio de lo cotidiano. Abrirme al disfrute y valoración de lo que tengo al alcance, sin necesidad de perderlo para apreciar su valor.
Lo más sofisticado es simplificar, y mientras, que la vida no pierda sabor y cada meta merezca la pena.
Tú eliges el color. Yo, ahora, más blanco por favor.
Buen comienzo, elegir el «blanco». Me encanta!!! Os deseo buena nueva etapa a todos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por tu participación, María Jesús. Ya iremos cargando los colores. Feliz comienzo para todos.
Me gustaMe gusta
¡Exactamente! Lo que acaba sucediendo es que nunca llegamos: siempre hay más, mejor, más grande, más allá. Más.
En lugar de acumular objetos y experiencias (¡ufff!), ¿por qué no dejar de ansiar, y prestar atención a lo que somos/tenemos?
Me gustaLe gusta a 1 persona
No lo podías expresar mejor, Carlos. Prevalece el tener por el ser, sentir. Nos dejamos llevar por inercias y se nos olvida vivir. Vivir apreciando lo que ya tenemos, lo más sencillo y cotidiano, sin más. Y por supuesto satisfacer nuestras inquietudes pero sabiendo que el camino merece la pena. Gracias por tu aportación. Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
muy hermosa reflecciòn, aunque la poesía no se asocia con la razón, pero a lo largo, en su escencia, la belleza de la vda se aprecia conscientizándola
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, Alona por leerme y compartir tus pensamientos. Un placer.
Me gustaMe gusta