«Todo acto de bondad es una demostración de poderío». Miguel de Unamuno.
Lo que ocurre hoy, es que solo importa cada uno. Nos estamos convirtiendo en especialistas en «mirar para otro lado».
La deshumanización se propaga. Escasea la empatía. La bondad. La amabilidad. Vivimos anestesiados. Con la mirada perdida en el móvil y la prisa pisándonos los talones.
No hace tanto, o eso quiero creer, que existía la vida de barrio. Hablábamos con los vecinos. Compartíamos ropa. Comida. Respetábamos a nuestros mayores. Incluso jugábamos en la calle. Reinaba la convivencia.
Hoy convivir ha sido relegado por sobrevivir. Compartir por tener. Envolvemos la vida con un adverbio de cantidad: Más. Más viajes. Más ropa. Más velocidad. Más canales. Los lujos de antaño ahora son imperiosas necesidades.
Hemos modificado nuestras aspiraciones y con ellas nuestros valores.
Es tiempo de liberarse de las cosas. Recuperar presencia. Dar las gracias a desconocidos. Regalar una sonrisa a quien se cruce en tu camino.
Pequeñas acciones silenciosas que sin llegar a las noticias, dan valor a nuestra vida y nos hacen más felices.
Es tiempo de adiestrar la mirada para ver.
Lo que vale la pena 
Imposible estar más de acuerdo contigo.
La velocidad, la tecnología, etc.; todas son disculpas para no atender a lo que verdaderamente somos: animales sociales, que parecemos querer ocultar nuestra propia esencia.
Y sí, tienes razón: debemos recuperarnos. ¡Todos a un tiempo!
Me gustaLe gusta a 2 personas
Es cuestión de proponérselo. Nos enriquece y nos hace más felices porque, como bien dices, somos seres sociales. Gracias por tu aportación, Carlos. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Creo que lo que han cambiado son las ciudades y en esa mudanza condenan a los habitantes a una vida solitaria entre calles sin carácter y plazas frías. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sí, Carlos, las grandes ciudades, como Madrid, se han convertido en junglas de asfalto. Cuando voy al pueblo cambia mi percepción. Abrazos de vuelta.
Me gustaLe gusta a 1 persona
También existen pequeñas capitales, como esta, que teniendo todos los servicios ofrecen una buena calidad de vida, aportan convivencia y tienen el bosque a tiro de piedra. Todo a mitad de coste. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Una proposición que no se puede rechazar. 🙂 Lo sé y no lo tengo descartado, pero cada cosa a su tiempo. Un abrazo, Carlos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es cierto… qué triste.
Un simple «buenos días» te puede alegrar el día, y ya hasta eso se ha perdido.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues aprovecho para darte los buenos días, tan sencillo y tan enriquecedor. Gracias por el comentario.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Totalmente cierto.
Lo más triste es que en esta sociedad tienes la opción de ser un borrego más que sigue a la masa, o ser un inadaptado social. Mucha gente no soporta ser un inadaptado.
Siempre he pensado que hay que ser diferente para ser imprescindible ( Lo dijo Coco de Chanel, no me he inventado la frase, pero me encanta desde q la oí)
Yo voy regalando sonrisas, y pinto sonrisas allí por donde paso.En las cajas, en el ticket del bar, en donde sea. Está demasiado,demostrado que si ves una sonrisa tus neuronas espejo hacen que sonrías, y sonreír libera endorfinas y hormonas de la felicidad.
Ser amable, y sonreír con vuestro buenos días, levanta el ánimo por doble. A tí y a quien sonríes.
Buena tarde chicos 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Derrochar sonrisas alegremente, me encanta Ángela. Gracias por tu comentario. Un abrazo sonriente.
Me gustaMe gusta
Sonreír…es gratis.¿por qué no dar nuestra mejor sonrisa al de nuestro lado siempre que podamos…. nunca he entendido por qué en este mundo cada vez más moderno y dificil, no nos facilitamos VIVIR. Buen dia
Me gustaLe gusta a 1 persona
La sonrisa nos acerca, nos alegra el día, nos hace cómplices, despierta la confianza. Es contagiosa y de momento no está prohibida. Así es que no dejemos de sonreír. Buen día con una gran sonrisa.
Gracias Winnie.
Me gustaMe gusta
Muy cierto lo que escribes. Grave problema la falta de empatía, y cómo lo pasamos por alto. Igual de contradictorio cómo nos alegramos de conectar con gente que está lejos y ni vemos, pero no nos preocupa desconectarnos y despersonalizar a quienes tenemos cerca.
Buen Post! Éxitos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, Diego por tu aportación y tus muy amables palabras.
Me gustaMe gusta
Me dejaste un comentario y despertaste mi curiosidad. Porque empatizo, porque hay que adiestrar la mirada…¿y qué descubro? Un nuevo blog interesante al que seguir.
😄
Me gustaLe gusta a 1 persona
No sabes bien lo que me gustan las personas curiosas😁. Gracias por el comentario, pero sobre todo por lo que me aportas. Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
A pesar de mi personal rebeldía no me queda otra que estar plenamente de acuerdo. El mundo de la apariencia y el consumo parece ser que es lo único que queremos ver y ser su reflejo.
Saludos 🖐️
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por tu comentario. Por eso es importante llevar la mirada más allá de la apariencia. Y dessrrollarnos como seres humanos y sociales que somos, en vez de arrollarnos. Saludos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Brindo por ello 🥂🖐️
Me gustaLe gusta a 1 persona
Acompaño tu brindis🥂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Qué bueno leerte, Lola..! Y qué bueno confirmar que mi «manera anacrónica» de vivir no está errada, jajaja..! No miro «tele» y mi celu es BIEN VIEJO, por lo que ni lo miro, pero están los zorzales frente a mi ventana, y son más lindos..! Un abrazo, sabia Dama..! ❤
Me gustaLe gusta a 1 persona
Somos anacrónicos claro que sí.
Quiero que mi mirada sea de atención para ver la belleza que se esconde en lo ordinario.
Te considero un privilegiado además con buenas vistas 😊. Gracias por compartirlo.
Un abrazo de vuelta, Miguel.
Me gustaMe gusta